Licenciado en Derecho, conspirador de Porfirio Díaz y solidario con Francisco y Madero. Fundó en 1909 con otros intelectuales el Ateneo de la Juventud; en 1920 Adolfo de la Huerta lo nombró rector de la Universidad Nacional; fue titular de la SEP; compitió por la Presidencia de la República contra Pascual Ortiz Rubio en la época del Maximato; participó en la creación de la escuela Rural Mexicana con lo que reivindicó la idea de nacionalismo; introdujo el humanismo como tendencia de un proyecto educativo y planteó la necesidad de llevar las actividades artesanales a la escuela. Entre sus obras destacan las siguientes: Pitágoras, una teoría del ritmo (1916), Prometeo vencedor (1920), La raza cósmica (1925), Indología (1926), Bolivarismo y moroísmo (1934), Ulises criollo (1935), Breve historia de México (1937), Hernán Cortés (1941), y Lógica orgánica (1945).
Ateneo de la juventud
Fundada en 1909, entre sus miembros destacaron además de José Vasconcelos, Antonio Caso, Alfonso Reyes, Diego Rivera, entre otros. Su misión era la incorporación cultural de México a Hispanoamérica ante el aletargamiento de la vida porfiriana. Los ateneístas propugnaron a favor de los valores de la juventud, argumentando que su naturaleza los llevaba a rebelarse contra todo lo impuesto, la indolencia y la apatía. La juventud buscaba darle sentido a un mundo en que reinaba el autoritarismo, la injusticia y la miseria y por ello se rebelaron.
Bajo la tutela del Ateneo en 1912, se fundó la Universidad Popular Mexicana nombrando como rector a Alfonso Pruneda, quien inmediatamente proporcionó a la educación una orientación humanista, oponiéndose de esa manera a la educación positivista.
El Ateneo fue reconocido como el primer centro cultural abierto donde sus integrantes generaron una crítica dura contra la moral porfiriana, incluso diría Vasconcelos: “con Nietzche volvimos a reír”. Se intentó por todos los medios romper con los patrones establecidos durante el Poririato y por ello se tiene la necesidad de revisar el concepto del libre albedrío contra el darwinismo social, nada de que en esta sociedad sobrevive el más apto, se debe respetar la vida humana; nada de que la sociedad está compuesta por ricos y pobres y todos tienen que permanecer en el lugar que les corresponde en la jungla social, se debe dar al hombre la oportunidad de mejorar su condición social. Y por último, quizá la aportación más importante, fue el haberse tomado en serio, “el pensar en hacer las cosas bien y a la primera”, considerando el asunto de que pensar es importante, es una actividad que requiere de una técnica precisa, en un país en donde hasta ese momento estaba prohibido pensar.
El grupo de ateneístas tenía un objetivo común: levantar al país de la desconfianza en sí mismo, mentalidad que se había generado con la represión bestial del régimen Porfirista; la forma de aplastar los movimientos sociales bajo el lema de “mátalos en caliente” logró en el pueblo el sometimiento y la idea de que la realidad era así; para lograr modificar dicha mentalidad se necesitaba superar la vieja filosofía positivista, cambiarla por otra que respondiera al sentir de la época.
En este sentido es que una educación humanista, una educación que permitiera a los hombres de aquel tiempo pensar en que era posible mejorar las cosas se hacía necesaria. Por lo tanto, se debería de lograr una educación basada en la idea de que la cultura era un bien en sí misma. Aunque Vasconcelos intentó aplicar estos preceptos cuando se le nombró secretario de la SEP, su candidatura a la presidencia lo colocó en el exilio y desde ahí su orientación filosófica se volvió más radical, además de subordinar la ética al arte, de ahí su monismo estético reflejada en su obra: “Teoría dinámica del derecho” (1905). En esta obra propone que el filósofo debe de ser un artista, orientarse hacia lo sintético, hacia lo universal abstracto y por lo tanto la filosofía debía utilizar el método de la música. Así, la base de su pensamiento, giró alrededor de la idea de la energía; el universo esta formado por energía que se mueve en tres planos: lo psíquico, lo vital y lo mecánico; en lo psíquico, la energía se manifiesta en la estética; en lo vital como actividad teológica; y en lo mecánico como el campo del átomo. La conciencia del hombre así esta dividida en tres esferas: afectos, imágenes e ideas. Las imágenes son la forma superior de la energía, convertida en energía cósmica, en tanto que belleza y estética, eran la forma superior de la realidad. Vasconcelos veía al universo como una gran sinfonía cósmica, donde se plasman los ciclos de la energía: el físico, el biológico y el psíquico.
Mientras, que en su obra “Lógica orgánica” analizó la relación entre la coordinación de lo homogéneo y lo heterogéneo donde definió los límites del conocimiento huma- no. Las matemáticas y la música son el ejemplo utilizado para comprender la sinfonía del universo; la representación del mundo en Vasconcelos se refirió al uso de universales formales como los de la matemática y al uso de los universales concretos, como la música, es decir, la conciencia del hombre se perfila a la actividad que encierra en sí los tres aspectos que conforman al ser humano el volitivo, el emocional y el intelectual. La música se expresa entonces para el hombre en términos concretos, pero el hombre debe de querer orientarse hacia ella y solo lo hará si la siente, si la entiende, si entra en armonía con ella, que sería lo mismo que entrar en armonía con la sinfonía del cosmos.
En otra de sus obras titulada la Raza Cósmica, planteó que han existido al menos 5 razas: negra, amarilla, roja, blanca y asegura que la raza que seguramente va a perdurar a través del tiempo es la raza de bronce a la que América pertenece. La obra de Vasconcelos se inscribe en el aspecto social, gira a través de dos apartados: uno antropológico y otro histórico, su teoría antropológica se orienta a predecir que en Iberoamérica se formará la raza cósmica del futuro, aquella que podrá enfrentar los cambios sociales y naturales, ya que será una síntesis de las cuatro razas que le anteceden.
Como él mismo dice: “La raza que hemos convenido en llamar Atlántida, prosperó y decayó en América hasta quedar reducida a los menguados imperios Azteca e Inca. Al decaer los atlantes, la civilización se trasladó a otros sitios y cambió de estirpes; deslumbró en Egipto, se ensanchó en la India, mientras que en Grecia injertó nuevas razas. El ario se mezcló con los Dravidios y produjo el Indostaní y a la vez, mediante otras mezclas, se creó la cultura helénica, desprendiéndose de ahí el desarrollo de la civilización occidental o europea, así la civilización blanca al expandirse llegó hasta las playas olvidadas del continente americano para consumar una obra de recivilización y repoblación. Así encontramos, entonces, las cuatro etapas y los cuatro troncos: el negro, el indio, el mongol y el blanco …”. Vasconcelos concluyó que el ser humano tendió a mezclarse por un proceso natural y por este mismo proceso terminara predominando la quinta raza, formada de la unión entre español e indígena de América, que dio como origen al mestizo o la raza de bronce, aquella que pronosticó Vasconcelos va a sobrevivir a todas las demás razas, ya que la tendencia a mezclarse del hombre va a hacerla prevalecer.
Mientras la teoría histórica de Vasconcelos se circunscribió a la lucha entre las dos culturas de América: la América hispana y la América anglosajona, también en este aspecto contrapuso a las etapas de desarrollo de la sociedad de Comte, otras análogas, que son: la material, la política y la estética.
La etapa material, guerrera o humana, como también se le conoce, es la etapa inicial del ser humano, es la fase donde el hombre se comporta de manera primitiva, pero se empieza a diferenciar de los animales por el carácter de sus creaciones. El hombre se hace diferente a los animales por la forma en como aprende y ese aprendizaje va resol- viendo de mejor manera los problemas que enfrenta, es como si se encaramara en los hombros de sus antepasados y fuera mejorando, puliendo lo ya hecho, esta es quizá la esencia del humanismo; la posibilidad de considerar que el hombre puede mejorar. En este sentido todo fin se convierte en inicio, por ejemplo, el renacimiento es la decadencia de la Edad Media, pero da pie para el inicio de la época moderna.
La etapa intelectual o política de la historia del hombre se distinguió por fundamentar el desarrollo de la sociedad en el aspecto ético, el hombre supera y trasciende a sus ideas morales y éticas con lo que se va volviendo conciencia de sí, es un largo proceso de crisis y orden, implantando un valor y, cuando éste entra nuevamente en crisis da pie para otro nuevo valor, de esa manera, toda acción en términos sociales es media- do por el funcionamiento del estado, es un proceso nacional porque responde a los intereses de la comunidad, pero a su vez es un proceso racional porque va del orden al caos y es universal debido al acomodo del hecho histórico a las leyes universales, ejemplo de esto es el transcurrir de la religión, del poli- teísmo al monoteísmo.
El plano espiritual o estético, por su parte, es una etapa de síntesis, de lo material a lo inmaterial, hacia lo trascendente, transfiguración de lo humano en divino, adecuar la vida a la sinfonía del universo, hacerse uno con lo trascendente.
Los aspectos más importantes de la influencia de Vasconcelos en la Filosofía fue su idea de la Instrucción Popular, atacó la barbarie, logró el inicio de la era humanista, así como rescató la etapa liberal de la ilustración (democracia como acceso a la educación), y al mismo tiempo impulsó la idea de mejorar el ambiente social bajo la influencia de pensadores como: Gorky, Dostoievsky, Ruskin, Nietzche, Romain, entre otros
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