Definiciones de Filosofía
La definición
etimológica de la palabra Filosofía proviene de dos vocablos griegos: filos
que significa amor o deseo, mientras que sofía es entendida como
saber o sabiduria; al traducirla al español tenemos que Filosofía es amor a
la sabiduría o deseo de saber. Por
extensión, a las personas que buscaban saber o deseaban saber acerca de la
realidad se les llamaba filósofos.
Al paso del tiempo han
surgido varias definiciones de la palabra Filosofía, cada una de ellas de
acuerdo a su época, escuela o corriente ideológica, pero todas llevan implícita
la racionalidad, ideología y crítica con la que cada filósofo trató de
explicar la percepción que tenía de su entorno, de su existencia, de su
sociedad y de su propia realidad. Algunas de estas definiciones son las
siguientes:
·
La Filosofía es el arte de la retórica y de la
persuasión (sofistas).
·
La Filosofía es la capacidad de reconocer
nuestra propia ignorancia (Sócrates).
·
La Filosofía es la ciencia de la verdad, pero
no de cualquier verdad, sino de aquella que es origen de toda verdad (Aristóteles).
·
La Filosofía es el estudio del ser en general,
en sus primeras causas y últimos principios a la luz de la razón (Tomás de
Aquino).
·
La Filosofía es un afán de Dios (San Agustín).
·
La Filosofía es una ciencia crítica que se pregunta
por el alcance del conocimiento humano (Immanuel Kant).
·
La Filosofía es una de las formas de conciencia
social y está determinada por las re laciones económicas de la sociedad (Carlos
Marx).
·
La Filosofía no es nunca por principio una
totalidad acabada sino una totalidad posible (Wilhem Dilthey).
·
La Filosofía explora lo que no sabemos (Jeremy
Weate).
·
La Filosofía es el uso del saber en beneficio
de la humanidad (Nicola Abbagnano).
·
La Filosofía se plantea preguntas con la conciencia
de que no encontrará una respuesta única y definitoria (Karl Jasper).
·
La Filosofía aborda los problemas de los hombres
y su relación con el mundo y entre sí. Su terreno propio es la explicación,
argumentación o interpretación racional (Adolfo Sánchez Vázquez).
·
La Filosofía es todo lo que el ser humano ha
producido de forma trascendental (Ikram Antaki).
- La
Filosofía es el arte de cerrar los ojos y abrir la mente (Rius).
Como se puede
apreciar la filosofía es una actividad que ha estado presente a lo largo del
desarrollo del pensamiento humano, y además se ha convertido en una
preocupación del hombre. Es una actividad que genera nuevas inquietudes,
actitudes y formas de vivir. Por lo que, no se puede hablar de una filosofía
sino de muchas filosofías, y a la suma de propuestas es a lo que se nombra
Filosofía. Entonces tenemos la filosofía de Platón, la filosofía de Aristóteles,
La filosofía de Andrés.
¿Quién soy?
Los problemas que aborda la filosofía surgen de la interacción
que los hombres tienen con la naturaleza, tanto en el presente como en el
pasado, por ejemplo; el hombre primitivo no podía entender el porqué llovía,
temblaba, se enfermaba, etcétera, pero si podía intentar responder a estas
manifestaciones naturales, con el deseo de desaparecerlas y que mejorara su
situación, en otras palabras era un intento de comprender lo que le acontecía,
de darle un sentido a los fenómenos y por esta razón intentaron relacionar sus
actos con lo natural. Por ello se dice que las primeras interrogantes que el
hombre se formulo acerca de su medio natural tuvieron un origen existencial, ya
que fueron sus condiciones de vida las que generaron inquietudes o deseos de
saber y de entender.
El origen de la filosofía se encuentra entonces en
este aspecto existencial, que se encuentra muy relacionado con la solución de
los problemas que le aquejaban al hombre primitivo. La angustia, el miedo o la
impotencia, fueron los mecanismos que desencadenaron la necesidad de hacer
“algo” frente a la adversidad, por ejemplo: ver a los seres cercanos ser
devorados por los predadores les creo la necesidad de buscar formas de
protegerse, el arrojar piedras, pegar con palos fueron manifestaciones de la
desesperación por responder al peligro. Las soluciones que le dieron a sus
problemas guiaron a estos primeros hombres en el perfeccionamiento de las
herramientas utilizadas ante la situación adversa.
Sin embargo, a pesar de que estas primeras
reflexiones dieron la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida, no
podrían ser llamadas propiamente filosóficas, ya que se dirigían a aspectos
concretos, aunque contuvieran en esencia el acto de reflexión. Es decir, ante
la presencia de un fenómeno natural el asombro contenía en sí la actitud de
preguntarse acerca del porqué de las cosas, pero la inmediatez, la necesidad
indujeron a una respuesta entre razonada e impulsiva. Y estas actividades que
se crearon como respuestas a las necesidades fueron constituyendo lo que
llamamos cultura. El arco, la lanza, la bolsa, etcétera, son manifestaciones
culturales, lo mismo que un sope, un jardín, materia en las que la mano del
hombre ha transformado a la naturaleza, en otras palabras, la respuesta a los
fenómenos naturales origino la consolidación de un cuerpo de conocimientos que
mejoraban las condiciones de vida de estos primeros habitantes y que es lo que
llamamos cultura, lo que nos lleva a la consideración de que existen
manifestaciones culturales previas al surgimiento de la filosofía, como el
lenguaje, la pesca, la caza, la recolección, la navegación, etcétera. Mismas
que fue necesario que surgieran para que el ser humano se desarrollará.
La filosofía, bajo este contexto, fue posible que
surgiera en el mundo griego debido a que estaban listas las condiciones para que
se tuviera el llamado “tiempo libre”, el ocio creador, que el griego utilizo
para muchas cosas. Al disponer de tiempo, que se tenía porque los esclavos
realizaban la mayor parte de las actividades productivas más duras (sembrar,
recolectar, cazar, cuidar a los niños, etcétera), el griego pudo pensar
acerca del mundo, de su relación con las cosas que le rodeaban, de la causa de
los fenómenos. Se dio cuenta de que era un ser diferente a todos los demás, los
animales eran parecidos al hombre, excepto en la capacidad de transformar su
medio, hay que considerar que en aquel tiempo se pensaba también que no eran
capaces de comunicarse ni de sentir, así que la primer pregunta que se realizo
fue pensar en ¿qué era? Quizá esta pregunta se la realizo el hombre mucho antes
de esta época, pero fue en este momento de la historia que se manifestó de una
manera más dramática, pues impulso al hombre en una búsqueda por comprender el
entorno y así entenderse a sí mismo.
¿Quién soy? No solo entraña un entendimiento de la
relación que guardamos con las cosas, sino que se dirige a entender cuál es la
meta que tenemos en la vida, el sentido de todo lo que nos pasa. No se trata de
una reflexión que resuelva un problema concreto, sino de una pregunta que
contiene una reflexión de profundidad, saber lo que soy implica darle un
sentido a la existencia, entender la relación que guarda nuestro ser con las
cosas del universo, lograr dilucidar la razón de la diversidad y de la unidad
de las cosas.
¿Quién soy? También nos lleva a considerar lo que
nos hizo diferentes a los objetos que están a nuestro alrededor, es una
reflexión acerca de lo que hace que cada cosa sea lo que es; qué es la piedra,
el mar, el viento o entender qué los mueve, les da unidad. El hombre formando
parte de una totalidad en la que el
mismo es solo una pequeña parte que debe de tener una razón de ser, de
estar aquí.
¿De dónde vengo?
La capacidad de redirigir la inteligencia hacia sí
mismo, de pensar que era posible entender la relación que el hombre tiene con
su medio, fue el hallazgo del mundo griego, redirigir la reflexión hacia la
esencia humana. Sin embargo, este hecho no solo consistió en estudiar al hombre
sino de encontrar la racionalidad de la existencia humana, es decir saber si
las cosas que rodeaban al hombre formaban parte de su ser o si el hombre era
parte de las cosas. En cualquiera de los dos casos el problema central
orientaba la búsqueda hacia el origen de todo, lo que provoco que a esta época
se le conozca como antropológica, además de seguir abordando el estudio del universo,
ya que algunos pensadores griegos empezaron a proponer que todo provenía del
infinito, del cambio, del agua, etcétera, pensando además que existía “algo”
que le daba unidad a todo.
El mirar la inmensidad del mar, del espacio, deben
de haber provocado en los habitantes del mundo griego un sentimiento de
impotencia, de insignificancia ante la grandiosidad de la fuerza de la
naturaleza, pero al mismo tiempo la idea que de esa misma fuerza provenían las
cosas, en esto consistió el deseo de saber acerca de su origen, pues si sé de
dónde vengo puede ayudarme para saber a dónde voy, cuál es el sentido de mis
existencia y de mis actos, cuál es el sentido de todo lo que nos rodea.
Quizá la respuesta inmediata de saber que se
proviene de nuestros padres nos provoque un estado de aparente seguridad, sin
embargo cuando estamos en incertidumbre provocada por nuestro deseo de saber,
cuando adoptamos una actitud filosófica, la pregunta se remonta al origen de
todos los padres del mundo y de ahí solo existen dos respuestas
- La
proporcionada por la mayoría de las religiones que nos dice que Dios es el
creador del primer hombre y mujer sobre la Tierra, aunque eso todavía
dejaría la pregunta de ¿Quién hizo a Dios?
- La
proporcionada por la ciencia que nos propone que el hombre actual es
producto de la evolución de los primeros microorganismos que se crearon
después de la formación de la Tierra, misma que se formó debido a la
explosión de la Gran Supernova. Aunque eso deja la pregunta ¿De dónde vino
la gran Supernova?
En todo caso la pregunta ¿De dónde proviene todo? No
tiene una respuesta única y satisfactoria, por lo que el hombre tiene más de 2,
500 años interrogándose acerca de su origen sin llegar a tener una respuesta. Aunado
a este problema que es general esta el problema de nuestra individualidad, pues
si no sabemos cuál es nuestro origen genérico, la respuesta inmediata de
nuestra descendencia no nos lleva a ningún lado, pues es solo una aparente solución.
¿A dónde voy?
El hombre en esta búsqueda de conocer su origen y de
entender su entorno y su relación con el, trata de darle un sentido a su
existencia, pues conociendo el origen nos lleva a pretender saber cuál es
nuestro fin, que es otro de los problemas de la filosofía, conocer cuál va a
ser nuestro futuro. Pero no se trata solo de un futuro material, sino del
futuro que hay después de la vida, saber qué existe después de la muerte, lo
que ha llevado a diversos pensadores a proponer dos opciones: que no hay nada
después, pues solo tenemos el presente; o que existe una vida espiritual
después de la muerte.
Conocer nuestro futuro entonces implica dos
reflexiones; la primera que se refiere a entender nuestra función en esta vida,
develar el sentido de nuestra existencia y sabernos partícipes de la
diversidad. Y la segunda saber si existe vida después de la muerte, que nos
llevaría a prepararnos para esa vida espiritual. Algunos pensadores han
intentado una respuesta global como Jean Paul Sartre que propone que el hombre
es una pasión inútil, que solo tiene el presente, ya que el pasado no existe
tampoco; otros como Jesucristo que proponen que nuestro paso por este mundo
material nos debe preparar para la entrada al reino de Dios, nuestras acciones
nos preparan para desprendernos de las posesiones que nos atan a este mundo, es
un desprendimiento de la materialidad.
Sin embargo todos nos preocupamos por darle un
sentido a nuestra vida, a nuestras acciones y esta reflexión de nosotros por
entendernos, para conocernos nos orilla a detenernos a pensar acerca de nuestra
esencia, nuestro origen, nuestros fines, ya que son problemas que se integran
en nuestra existencia, en nuestra forma de vivir, de pensar, y que nos impulsan
a tomar ciertas decisiones, elecciones de caminos para enfrentar el reto de
vivir.
Por todo lo anterior, las condiciones para la
búsqueda de respuestas se encontró en el mundo griego.
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